Desde principios de año algunos compañeros venimos batallando para
denunciar la profundización del ajuste en CONICET, que amenaza llevarse puestos
a los becarios e investigadores del organismo. Señales no faltaban: se venían
demorando injustificadamente ingresos y pagos de distintos programas, alegando
informalmente problemas presupuestarios, y el propio presidente del CONICET
anunció públicamente que la estructura actual del organismo es inviable. Y todo
en un contexto en el que el se había iniciado ya un proceso de ajuste en el
Estado con miles de despidos. Sin embargo, las representaciones gremiales de
investigadores y becarios se empeñaron en “trasmitir tranquilidad”, señalando
que no había nada de que preocuparse y que el ajuste no nos alcanzaría por ahora.
Pero en las últimas semanas la situación comenzó a cambiar: el propio Ceccatto
reconoció públicamente los problemas presupuestarios que explicarían los
retrasos que antes negaban. Ahora se sumó una confirmación oficial de todo lo
que veníamos denunciando, como se desprende de lo expresado en la reunión que
el lunes tuvieron distintos colectivos de becarios y organizaciones gremiales
con las autoridades del CONICET en la Mesa de Becarios.
El Ministerio de Modernización mete la
cola
Uno de los datos más alarmantes con que nos encontramos en la reunión del
lunes fue que los concursos de Ingresos aprobados en 2015 tendrían que ser
revisados por el Ministerio de Modernización. Es decir, por el organismo que
encabeza el ajuste en el Estado, revisando contratos y concursos y determinando
quién se queda y quién se va. El dato no es menor, porque la información con
que contábamos hasta ahora era que Modernización no revisaría esos concursos.
Quienes se ocuparon de difundir que los concursos CIC y CPA no estaban
alcanzados por el decreto que ponía todas las contrataciones del Estado bajo la
lupa de Modernización fueron los compañeros de ATE CONICET Saavedra 15. Eso
dijeron en todas las reuniones que se hicieron en febrero por el problema de los
ingresantes e incluso lo pusieron en un comunicado oficial. Con ese argumento
se empeñaron en “llevar tranquilidad” (que otros espacios gremiales, como JCP,
asumieron sin dudar), acusando de “alarmistas” a quienes decíamos que no
podíamos estar tranquilos con eso. Hoy se demuestra que teníamos razón:
Modernización va a revisar nuestros contratos. Las autoridades del CONICET
señalaron que no tenían indicios de que esa revisión pudiera implicar que algún
concurso se anulara, pero tampoco dieron garantías de que no pudiera pasar. La
experiencia en otras reparticiones estatales muestra lo contrario: cada vez que
Modernización mete la cola, cientos de compañeros se quedan sin trabajo. Es
imperioso exigir que nuestros concursos no pasen por Modernización, y se nos dé
el ingreso inmediato a todos los investigadores con concursos ganados.
El CONICET sin presupuesto
Otra noticia preocupante que surge de la reunión del lunes son los graves
problemas presupuestarios que tiene actualmente el CONICET, que ponen en peligro
la adjudicación de ingresos, becas y diferentes programas. El dato no es nuevo,
ya lo había anticipado Ceccatto hace dos semanas en la entrevista a La Nación. La novedad es la gravedad del asunto, que hasta ahora no habían
reconocido. Según las autoridades, hay tres problemas diferentes que se
juntaron en esta coyuntura: a) Que las partidas presupuestarias
correspondientes a enero, febrero y marzo fueron menores a lo habitual; b) Que
debieron solicitar una ampliación del presupuesto para afrontar gastos no
previstos; c) Que debieron asumir deudas que venían de la gestión anterior.
Aunque se mostraron muy tranquilos respecto a la pronta solución de estos
problemas (porque había un compromiso del gobierno con la ampliación del
presupuesto solicitada y porque en abril se regularizarían los montos de las
partidas), lo cierto es que hasta ahora la situación viene causando múltiples
perjuicios para los investigadores, y que no hay garantías de que esto se
resuelva inmediatamente. Todos los problemas que veníamos denunciando hasta
ahora fueron explicados por la falta de presupuesto: las demoras en adjudicar
los ingresos 2014, las demoras en conceder las prórrogas de las becas
posdoctorales, las demoras en el pago de subsidios, en conceder licencias
médicas y en adjudicar las becas para estadías en el exterior. Cabe aclarar que
detrás de cada demora hay personas: que pasan meses sin cobrar un sueldo,
viviendo del aire porque no salen las altas para los ingresantes; que hasta el
último día no saben si su beca será prorrogada y cobrarán su sueldo el mes que
viene; que no saben si se quedarán fuera del sistema porque no se concedió una
licencia médica; o que no pueden planificar su viaje al exterior, porque a días
de que comiencen las estadías no se sabe quién cuenta con beca y quién no. El
problema es grave, y puede agravarse aún más. Ya hay indicios de ello: uno de
los compromisos asumidos el lunes en la Mesa de Becarios fue que se concederían
becas extraordinarias para los ingresantes que están fuera del sistema, mientras
se tramitan las altas. Esas becas se conceden por pedido del afectado, y se
resuelven (según nos dijeron), en la reunión de directorio que sigue a la
presentación del pedido. Sin embargo, en estos días nos enteramos de que en la
próxima reunión de directorio (30 y 31/3) no se tratarán los pedidos de becas
extraordinarias presentadas “por los problemas presupuestarios”. Es decir, que
a tres días de la Mesa de Becarios ya no pueden cumplir las promesas que
hicieron. La situación es grave. Qué pasará el mes que viene si no baja el
presupuesto, ¿dejarán de pagar sueldos? Hay que denunciar esta situación:
exigir la ampliación presupuestaria y que se regularice la remisión de partidas
inmediatamente.
¿Adiós a las becas CONICET?
Por último, nos encontramos con una novedad que pone en duda la continuidad
de las becas del CONICET. Según se explicó, este año la convocatoria a becas
incorporará una novedad: las Ideas Proyecto. Estos proyectos serán elaborados
por los institutos dependientes del CONICET, y tendrán prioridad en la
asignación de becas respecto a quienes se presenten por fuera de ellos.
Entonces, este año habrá tres modalidades para presentarse a becas: 1) Las
becas en temas estratégicos, definidos por el Ministerio de Ciencia y Técnica;
2) Las becas asociadas a las Ideas Proyecto; 3) Las becas en “temas libres”.
Aunque no se explicitó la asignación de cupos para cada modalidad, si se aclaró
que las dos primeras modalidades tendrán prioridad por sobre los temas libres.
Es decir, que las líneas definidas por el Ministerio (en las que prácticamente
no hay lugar para las ciencias sociales), y las definidas por las camarillas de
los Institutos, relegarán a quienes vengan de afuera del sistema. Es claro que
con la nueva asignación saldrán perdiendo los institutos CONICET chicos, sin
recursos para generar proyectos y sin poder para imponerlos, las líneas de
investigación radicadas en institutos CONICET pero sin peso en la dirección de
los mismos, y quienes vayan por instituciones que no pertenecen a la red del CONICET.
En fin, un intento de regimentación de los ingresos al CONICET, que sirve en
bandeja las becas a las camarillas de los institutos, que podrán controlar de
antemano quién entra y quién no. Lo que redundará en una reproducción del
status quo, cerrando la posibilidad de que se desarrolle conocimiento por fuera
de las líneas de investigación dominantes. No solo eso: esta es la primera
avanzada del ajuste en la cantidad de becas. Aunque las autoridades se
comprometieron a no reducir el número de becas este año, es claro que se trata
de un globo de ensayo para empezar a ajustar a futuro. Los equipos que no
tengan poder para “rosquear” su continuidad en el organismo, se irán quedando
sin becarios. Los investigadores que estén en institutos por fuera del Conicet
verán obstruida la posibilidad de incorporar becarios y formar nuevos
investigadores, lo que llevará al vaciamiento de esos centros y de sus líneas
de investigación. Y cuando llegue el momento de entrar a Carrera de
Investigador, es claro que los pocos cupos se asignarán a los que entraron con
la banca de los institutos más grandes. Hay que parar esta reforma, si no
queremos que el CONICET comience a cerrarse para todos los que estamos fuera de
la rosca y que se refuercen los mecanismos de camarilla que ahogan la
posibilidad de democratizar la ciencia en la Argentina. Si quieren Ideas
Proyecto, que aumenten las becas.
¿Qué más señales necesitamos para poner en pie la lucha contra el ajuste
que ya está implementando el CONICET? Es hora de movilizarnos con todas
nuestras fuerzas, para derrotar esta política que augura despidos, recortes de
presupuesto y becas. El 15 de abril JCP convocó a una jornada de lucha en el
marco del Día del Investigador. Hay que llevar nuestros reclamos al Ministerio
de Ciencia y Técnica y replicar esa lucha en todo el país, para exigir:
– Que ningún concurso sea revisado por el Ministerio de Modernización.
– Ingreso inmediato a todos los CIC 2015.
– Que se ejecute la partida presupuestaria pautada del CONICET y se otorgue
la ampliación solicitada.
– Aumento del presupuesto para CyT.
– Ninguna reducción en las becas para “temas libres”, basta de becas para
las camarillas.
Razón y Revolución
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