jueves, 31 de agosto de 2017

Con estipendios de becas cercanos a los 15 mil pesos mensuales y salarios para los cientificos que rondan los 30 a 40 mil pesos mensuales, el siguiente análisis de los salarios pagos en otras profesiones y otros países puede ser útil    ...................................................................................................................................................................................
En dólares es la más elevada de la región para el personal en convenio, pero también la más baja para puestos ejecutivos, que hace 8 años vienen perdiendo contra la inflación

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Paula Urien  LA NACION DOMINGO 27 DE AGOSTO DE 201

El salario mínimo argentino en dólares es prácticamente el más alto de la región. Actualmente es de $ 8860 por mes, lo que equivale a 506 dólares si se toma la moneda extranjera a 17,50. En Brasil, el salario mínimo es de US$ 290; en Chile, US$, 423; en México, 120 US$; en Ecuador, US$ 375; en Perú, US$ 263; en Colombia, US$ 247 y en Uruguay, US$ 425.
Sin embargo, en julio, una familia tipo compuesta por dos adultos y dos menores necesitó $ 15.024, es decir, 800 dólares, para no ser considerada pobre, según el último informe sobre la evolución del Costo de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) y la Canasta Básica Total (CBT) del Indec. Por otro lado, tuvo que llegar a $ 6132 (350 dólares) para evitar caer en la indigencia. A pesar de tener el salario mínimo en dólares más alto de la región, los ingresos mínimos de los trabajadores registrados no alcanzan para no caer en la pobreza debido a los altos precios de los alimentos y de los servicios. Peor situación es la de 2.622.396 asalariados no registrados: 1.754.948 no llegan al salario mínimo según el informe Trabajo e Ingresos del primer trimestre de 2017 del Indec.
Un salario mínimo con un nivel de ingresos adecuado para llevar un nivel de vida digno y saludable es la base de una sociedad justa. De hecho, un salario mínimo elevado es uno de los temas del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas para 2030. Hace hincapié en el crecimiento de la renta del 40 por ciento de la población con menos ingresos, la eliminación de la discriminación y la adopción de medidas fiscales, salariales y sociales que permitan ir logrando mayor igualdad.





Sin competitividad
Al salario mínimo alto en dólares se suman cada uno de los convenios establecidos en paritarias. Para empresarios e inversores, los costos no terminan de cerrar. Como ejemplo, una comparación salarial realizada por la Asociación de Supermercados Unidos (ASU) muestra que en la Argentina el sueldo de un cajero tiene un costo total de US$ 1575; en Brasil, es de US$ 704; en Paraguay, US$ 432 y por último también toman España, con un costo de US$ 1385. España además tiene la particularidad de que los productos de los supermercados tienen un costo inferior a los de la Argentina. Los impuestos al trabajo en aportes, contribuciones, y también la cuota sindical se llevan en este caso el 43% del total remunerativo.

"Los que pagamos todos los impuestos tenemos un impacto muy grande en la competitividad", explica Juan Vasco Martínez, director ejecutivo de ASU. "A las cargas sobre el salario, el impuesto al cheque y otros ítems hay que sumarles las disparatadas tasas municipales, que cobran los espacios para estacionar como si fueran cocheras. Los impuestos son una verdadera plaga de langostas", agrega. "La informalidad también impacta contra la competitividad. Mientras que los grandes supermercados tienen un 100% de formalidad, los comercios de menos de 10 empleados tienen un 70% de informalidad." .
Otro rubro comparado por la entidad es el del salario de un operario logístico: US$ 1588 en la Argentina, US$ 852 en Brasil; US$ 1326 en España y US$ 445 en Paraguay.

"Históricamente es así en la Argentina", dice Víctor Beker, director del Centro de Estudios de la Nueva Economía, de la Universidad de Belgrano y ex director de estadísticas del Indec, en la década del 80. "Si se mide en dólares el salario en la Argentina es alto. Ahí está escondido el atraso cambiario que hace que no sólo los salarios, sino también los precios sean los más altos de la región". Con respecto a la paradoja de sueldos altos comparados con la región pero poder adquisitivo bajo, explica que la canasta alimenticia subió en los últimos años más que la inflación. "Una parte de los impuestos a los salarios va a los alimentos", dice, y se refiere a la suba de la canasta para compensar la suba de salarios, en una espiral que parece no tener fin.
Según datos del Ministerio de Producción, la situación del salario a junio de 2017 muestra que, en el sector privado, creció un 30% en términos interanuales, mientras que durante este mismo período el Índice de Precios al Consumidor marcó una inflación del 21,7%. Desde el ministerio dicen que el aumento del salario real fue del 7%, aunque si se toma solo 2016 los números son más ajustados.
Otra paradoja en materia de salarios es que la compensación del management de las empresas es la más baja de la región. Desde la consultora Willis Towers Watson, Marcela Ángeli, directora de Talent & Rewards, dice que en el sector ejecutivo la pérdida de salario real sucede desde hace por lo menos 8 años, y es de entre 3 y 5 puntos por año. En 2016 hubo una evolución de los salarios de entre un 32 y un 34%, pero con una inflación del 40%. "En valores absolutos, la Argentina queda por debajo de Brasil, Perú, Colombia, Chile", dice Angeli.
Dentro de convenio, los aumentos fueron del 35 al 39% en 2016. El solapamiento salarial (compensación ejecutiva cerca, igual o por debajo de los salarios en convenio) se volvió a sentir y se espera que mejore un poco en 2017, pero depende de la inflación.
El justo equilibrio

El Informe Mundial sobre Salarios 2016/2017 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) aclara que el mayor crecimiento salarial registrado en 2015 en diversos países ha tenido efectos económicos positivos más allá de sus fronteras. "Allí donde sea económicamente factible, debería apoyarse o incluso fomentarse más el mayor crecimiento salarial. Esto no es posible en todos y cada uno de los países, pues en algunos el mayor crecimiento de los salarios supondría un aumento de los costos laborales de forma insostenible para las empresas y el empleo, y podría causar una reducción significativa de las exportaciones o las inversiones".

¿Qué hacer? La conclusión del Informe mundial sobre salarios de la OIT es que "las políticas con incidencia directa en los salarios y la distribución salarial comprenden la educación de calidad, los programas permanentes para mejorar las calificaciones de la población activa y una mayor correspondencia entre quienes buscan empleo y los puestos de trabajo. Abarcan también políticas para resolver las diferencias salariales que se registran entre quienes trabajan en formas atípicas de empleo (en particular, los ?trabajadores temporales y los trabajadores cedidos por agencias), cuyo número aumenta en los países industrializados, y que en los países en desarrollo tiende a crecer en segmentos del mercado de trabajo que antes se asociaban a empleos estándar".

martes, 15 de agosto de 2017

Financiacion de la cienca: la austeridad muerde profundamente

Anna Petherick, Nature, 548, 249 - 251. (10 de agosto de 2017)
Las instituciones en Argentina y Brasil están luchando por mantener su financiamiento y talento.
Los estudiantes ocupan el Ministerio de Ciencia y Tecnología de Argentina en Diciembre de 2016 para protestar contra los enormes recortes en el número de investigadores. 
Los estudiantes de doctorado del laboratorio de óptica cuántica que dirije Luiz Davidovich, de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), tienen miedo de encender el láser principal del laboratorio en caso de mal funcionamiento. Davidovich los anima a ser extremadamente cuidadosos. "Si se rompe - y los láseres se rompen - eso es todo", dice. "No hay dinero para reemplazarlo o arreglarlo".
Davidovich, quien fue elegido presidente de la Academia Brasileña de Ciencias el año pasado, dice que las instituciones apoyadas por el gobierno estatal de Río de Janeiro están recuperándose de la última ronda de recortes de fondos.
Los salarios tienen varios meses de retraso en la Universidad Estatal de Río de Janeiro, lo que obligó a cerrar durante tres meses este año. La agencia estatal de financiamiento de la investigación, FAPERJ, está en quiebra, pero todavía publica convocatorias para nuevos proyectos. "Hay una ley que dice que tienen que - pero saben que no tienen dinero para pagar los proyectos que ya han aprobado", dice Davidovich. Es un teatro del absurdo.
La sombría situación financiera de Brasil ha causado gran inquietud entre los investigadores de todo el país. En marzo, el Gobierno Federal anunció que estaba recortando el presupuesto científico 2017 propuesto en un 44 %, llevándolo al nivel más bajo en 12 años, 2,8 mil millones de reales (US $ 888 millones). Aunque los recortes se hicieron en casi todos los ministerios federales, la reducción en el gasto de la ciencia golpeó particularmente duro porque el presupuesto había sido cortado cada año desde 2013 (véase el "Exceso brasileño en la financiación de la ciencia").
Sin embargo, Brasil no es la única nación sudamericana donde los científicos están luchando debido a la grave situación económica. Los investigadores argentinos, que tienen el mayor número de premios Nobel de cualquier país sudamericano, también se enfrentan a un futuro incierto y potencialmente sombrío. Ambos países han sufrido cambios políticos hacia la derecha en los últimos años, eligiendo a gobiernos que descartan el valor de la financiación científica.
El Presidente argentino, Mauricio Macri, redujo el presupuesto del Ministerio de Ciencias en un 36% en términos reales, como parte de un programa de austeridad que espera atraer inversión extranjera. Los investigadores argentinos ahora temen que si el partido de Macri obtiene una mayoría en el Congreso en las elecciones intermedias de octubre, fusionará a los Ministerios de Ciencia y Educación. "Implicaría que el gobierno de Macri considera que la ciencia tiene más que ver con la cultura que con la industria y la innovación", dice César Bertucci, astrofísico de la Universidad de Buenos Aires. Y el compromiso de la nación en 2013 para aumentar constantemente su stock de científicos en un 10% cada año a 2019-2020 es vacilante.
Algunos investigadores pronostican una fuga de cerebros de ambas naciones. "Cuando eso venga, como siempre, será el mejor que se vaya", dice Davidovich.
Declinación y caída
Bertucci regresó a Argentina hace unos diez años, cuando tanto su país natal como Brasil estaban disfrutando de un florecimiento científico. Esto se debió a la creciente cantidad de fondos públicos que apoyaban la investigación y los jefes de Estado que percibían ese apoyo como un medio para el desarrollo económico y social.
Pero es período mítico  ha terminado, y para algunos científicos, la lucha financiera actual ya hasobrevividodemasiado para resistir. La neuroanatomista Suzana Herculano-Houzel regresó a Brasil en 1999 después de completar sus estudios postdoctorales en el Instituto Max Planck para la Investigación del Cerebro en Frankfurt, Alemania. Trabajó como científica visitante en un museo, luego se trasladó a la UFRJ en 2002 y fue promovida a Profesora Asociada en 2005. Para entonces, había ganado una pequeña subvención de tres años de FAPERJ y estaba usando una suspensión salina y tinte de ADN para contar las neuronas en los cerebros de roedores - la primera vez que un método así se había aplicado con precisión a las células del cerebro, dice. Más tarde, aplicó el método a los roedores más grandes y, finalmente, a los primates, ganando el reconocimiento de los colegas y la fanfarria, sobre todo después de producir un TED (Tecnología,entretenimiento y diseño) decidió hablar de ello. "Después de esa cantidad inicial de fondos, las cosas salieron muy bien en Brasil hasta el 2014", recuerda.
Pero la caída para ella se produjo ese año, aproximadamente al mismo tiempo que un escándalo de corrupción comenzó a engullir a Petrobras, la compañía petrolera parcialmente estatal de Brasil. El escándalo creció a medida que el gobierno se enfrentaba a una crisis económica que provocó recortes generalizados en el gasto público, lo que puso en duda las esperanzas de muchos brasileños para la movilidad ascendente del país, particularmente en el ámbito científico.
Herculano-Houzel había solicitado una subvención de 30.000 dólares del Consejo Nacional Brasileño para el Desarrollo Científico y Tecnológico, pero aprendió a finales de 2014 que recibiría sólo $ 13.000. Aún peor, tardaron varios meses en llegar los fondos. Mientras tanto, ella financió su laboratorio con su estipendio FAPERJ, y eventualmente debió recurrir al crowdfunding (financiación por suscripción) para apalancar fondos para la investigación con el objetivo de demostrar que el plegamiento de la corteza de los cerebros de los mamíferos sigue un patrón matemático simple.

Fluctuaciones en el gasto del Ministerio de Ciencias de Brasil están creando un clima de incertidumbre en la comunidad cientifica.Ministerio de Ciencia Tecnología, Innovaciones y Comunicaciones (MCTIC).
Su laboratorio recibió más de $ 30,600 de ese esfuerzo, suficiente para mantenerlo funcionando durante seis meses más mientras los estudiantes terminaban sus proyectos. Entonces Herculano-Houzel se presentó  en 2016 para una posición de Profesor Titular en la Universidad de Vanderbilt en Nashville, Tennessee. "Era como - por supuesto que me voy", dice. "Cuando llegué aquí a Vanderbilt, me di cuenta de que había desarrollado un trastorno de ansiedad crónica." Casi todos sus antiguos miembros de laboratorio en Río también han salido desde Brasil, dice ella, gracias a problemas de financiación.
En Argentina, las perspectivas son especialmente sombrías para los investigadores jóvenes. El Consejo Nacional de Investigación Científica y Técnica (CONICET) ha reducido en un 50% el número propuesto de nuevos puestos de investigación para 2017 como resultado de los recortes presupuestarios. Perversamente, esto está animando a algunos de los ex-estudiantes de Bertucci -que ahora están haciendo postdoctorales en Francia- a tratar de regresar antes de lo que de otra manera tendrían por miedo a que las cosas podrían empeorar en el futuro. Nahuel Andrés, postdoctorado en el laboratorio de física plasmática de la Universidad Pierre y Marie Curie de París, espera postularse para este mes de Diciembre, acelerando su planificado regreso a Argentina en un año. "Tengo que solicitar ahora para no perder una de las últimas posiciones permanentes que puede haber por muchos años", dice.
La vida en una encrucijada
Para Guadalupe García, las cosas ya han empeorado. Ella es una de alrededor de 400 investigadores que fueron recomendados para una beca de siete años en el CONICET después de tres etapas de evaluación competitiva. En Diciembre pasado, se enteró de que su beca había sido cancelada debido a recortes presupuestarios. Como antropóloga médica formada en la Universidad de Buenos Aires, ha desarrollado relaciones con hospitales en los suburbios de bajos ingresos alrededor de la ciudad y dice que no está interesada en establecer raíces de investigación en otros lugares. En su trabajo, analiza cómo las tecnologías médicas se integran en la vida de los pacientes.
Mientras espera el resultado de un proceso de apelaciones profesionales, García planea enseñar. En el largo plazo, si una posición del CONICET no se materializa, ella puede ir a la enseñanza más permanentemente - o mudarse al extranjero para continuar una carrera de investigación. Ninguna opción es su primera opción. "Me preocupa que si dejo de investigar para enseñar, estaré fuera de contacto con métodos de vanguardia en mi campo", dice. "Y aunque estoy buscando puestos en el extranjero, no quiero emigrar. Quiero devolver a la sociedad que ha invertido en mí, en mi formación. "
Los investigadores de ambas naciones están tratando de planificar sus futuros. "Los científicos argentinos se están reuniendo y discutiendo el lugar de la ciencia en la sociedad", dice Bertucci. "Estamos recibiendo mensajes del ex presidente del CONICET, Alejandro Ceccatto, de que estamos en una economía de guerra".
En Brasil, el estudiante de doctorado Kleber Neves en la UFRJ ha notado el mismo cambio. "La gente aquí se sentía muy cómoda de estar en la universidad y hacer su investigación", dice. "Pero de repente ellos son conscientes de la necesidad de convencer a la sociedad en general que lo que ellos hacen es importante - la sensación es que el público necesita estar de su lado, de lo contrario los recortes pasarán y nadie se importará".
"Es una crisis enorme. Nadie sabe cómo vamos a escapar de esto. "
Con este fin, Davidovich y sus colegas de la Academia de Ciencias de Brasil están trabajando en un informe que explicará qué ciencia mejor equipada podría hacer para aliviar algunos de los problemas de Brasil, desde el virus Zika hasta la deforestación, así como para impulsar la economía . Davidovich espera entregar el informe al Ministro de Ciencias para finales de año. "Y, tal vez simbólicamente al Presidente, quienquiera que sea", añade, medio en broma. Davidovich se refiere a las denuncias de corrupción contra el actual presidente Michel Temer y el proceso de destitución del año pasado de la ex Presidenta Dilma Rousseff después de que fue declarada culpable de violar las leyes presupuestarias. "Es una crisis enorme", dice. "Nadie sabe cómo vamos a escapar de esto."
Neves tiene diez meses de un doctorado que comenzó en 2014 en el laboratorio de Herculano-Houzel. Completó la parte experimental de su proyecto antes de que la financiación del laboratorio se hiciera realmente apretada, pero está empezando a dudar de que una carrera de investigación sea para él. "Aquí la gente trabaja como loca por unos años, luego van al extranjero, vuelven y se convierten en profesores aquí - al menos eso es lo que pasó con la generación anterior. Esta generación podría verse obligada a cambiar esto ", dice. "Los jóvenes están pensando seriamente en hacer toda su carrera en el extranjero".
Búsqueda de salvación
Los científicos en el Estado de São Paulo están mejor que en otras partes de Brasil, gracias a una disposición en la constitución estatal. Según esta estipulación, la Fundación de Investigación de São Paulo (FAPESP), que otorga becas a investigadores, ha estado recibiendo el 1% de los ingresos fiscales anuales de São Paulo desde 1989. Los investigadores dicen que este modelo amortigua cambios en la disponibilidad de financiamiento científico. Las solicitudes de becas postdoctorales de la FAPESP han aumentado un 8,5% en el último año.
Sin embargo, el neurocientífico Miguel Nicolelis, miembro de la Facultad de Duke University en Durham, Carolina del Norte, dice que se sintió desanimado por una reciente visita a la Universidad de São Paulo (USP), donde obtuvo su doctorado y grado médico. "Cuando me enteré de las dificultades que enfrentaban los jóvenes investigadores, estaba listo para llorar porque, en mi opinión, la USP es un patrimonio del pueblo brasileño", dice.
Ambas naciones han tratado de ampliar la investigación en el sector privado, pero se han encontrado con éxito mixto. El Ministro argentino de Ciencias, Lino Barañao, ha priorizado la investigación translacional en áreas claves, incluyendo biotecnología y agricultura. Pero el financiamiento se secó antes de que sus esfuerzos tuvieran la oportunidad de generar mucho en términos de ganancias y empleos, dice Tomás Santa Coloma, investigador biomédico de la Pontificia Universidad Católica de Argentina en Buenos Aires. Las políticas actuales para atraer la inversión extranjera no favorecen a las pequeñas y medianas empresas que Bertucci piensa que podrían impulsar la economía.
Fernanda de Negri, investigadora del Instituto de Investigación Económica Aplicada, un grupo de expertos afiliado al gobierno brasileño, dice que los esfuerzos de Brasil en innovación están obstruidos por una legislación contraproducente. Una ley, por ejemplo, ofrece desgravaciones fiscales para la investigación y el desarrollo corporativo, pero otra desalienta la inversión del sector privado.
Parece que muy poco pronto mejorará, dice Glauco Arbix, ex director de FINEP, el principal organismo de financiación de la innovación del gobierno brasileño. "El sistema de Brasil es una jungla de impedimentos", dice, "dedicado a crear obstáculos para la investigación y la innovación".