Hugo P. Castello. Delegado ATE Parque Centenario (CONICET)
Arsénico
El arsénico se
usó como veneno durante décadas en el Museo para la preservación de pieles de
mamíferos y en taxidermia para evitar el ataque de las larvas de las polillas y
otros insectos Me tocó manipular durante un tiempo pieles de elefantes marinos
y lobos de la colección de Mamíferos marinos y el cuero taxidermizado de la
“marsopa espinosa”; Phocoena spinnpinnis., sin saber que esos cueros habían sido
tratados seguramente décadas atrás con Arsénico. En las décadas del 80 y del 90
nadie me avisó, que se usaba Arsénico en la colección de Mastozoología. Por
suerte la técnica de Ornitología que está bien informada y que es curadora de
la colección de aves, se coloca barbijo y guantes cuando manipula las aves
taxidermizadas.
El frio y la humedad del
subsuelo
Cuando en el 2005 denunciamos el “riesgo inminente”
de incendio del MACN (El Museo de Ciencias Naturales, en riesgo)
(La Nación, 20 de abril del 2005) la única reacción de las
autoridades del CONICET fue enviar al ingeniero Metallo (Encargado de Seguridad
e Higiene Laboral del CONICET) quien
procedió a confiscar todas las estufas de gas para calefaccionar el subsuelo y
reemplazar las llaves de gas por otras más seguras.
Desde
entonces y después de una década y un año, y como castigo ejemplar a los
denunciantes, el personal del subsuelo sufre los crudos inviernos sin tener
posibilidad de calefaccionar los vastos espacios de oficinas, laboratorios y colecciones. En vez de dotarlos con
sistemas más seguros de calefacción, el CONICET para las vacaciones de invierno
del 2005 decidió gastar algunos fondos y “lavarle la cara" al MACN y lo “puso en valor” pasando a
desarmar la Sala
de Gigantes del Mar” y montar un monstruoso “bar temático” (de acrílico azul),
donde agregó al pie del Tiburón ballena, una cuantas mesitas y sillas, donde
por supuesto no había servicio de bar, salvo una máquina expendedora de café. Al
desmontar la sala rompieron el calco en yeso de un feto de ballena azul, un
ejemplar único en Sudamérica. La acuarela original de la “marsopa espinosa”
(Phocoena spinipinnis) pintada por el primer director del Museo, el Dr. H.
Burmeister, quedó tirada en el piso y la recogió, por casualidad. un colega que
pasaba por ahí.
El confort de
los trabajadores del subsuelo del MACN fue reemplazado por un cuantioso gasto
inútil, que se tercerizó hacia afuera del museo, ya que no se dio lugar al
personal del Museología para que participara en la planificación y/o ejecución
de la obra.
Por otro lado el CONICET nombró por Resolución del
Directorio en Noviembre del 2006 a los delegados de una
Comisión de Medio Ambiente de Trabajo (CYMAT), comisión que funcionó alguna vez en forma esporádica y que
si produjo algún documento con recomendaciones nunca fue divulgado entre el
personal del Museo.
Un bombero contratado que duró poco
Para prevenir los riesgos de incendio, el CONICET
decidió contratar dentro de la empresa de Seguridad que brindaba servicios en
el Museo en Rivadavia 1917. El bombero
con su nuevo uniforme prestó servicios en el MACN durante un tiempo, después,
sin explicación alguna lo enviaron a
hacer guardias a INNOVAT y por último estaba en la guardia del Rivadavia 1917.
Un “Ingeniero” en
Seguridad e Higiene que no lo era.
Para tratar de contar con un experto en Seguridad
las autoridades del MACN contrataron a un Ingeniero en esa especialidad y no
tuvieron mejor idea que contratar a un “Ingeniero” que había sido expulsado de la
Municipalidad de Buenos Aires después del trágico
accidente de Cromañón. Recientemente nos enteramos que dicho supuesto “Ingeniero”
no tenía título habilitante y que en los
Tribunales de Comodoro Py se estaba llevando a cabo una investigación al
respecto.
Plan de Evacuación del
MACN en caso de incendio
Ha pasado una década y un año de aquella denuncia
mediática y el MACN aun no cuenta con un plan de Evacuación en caso de
incendio. En el 2005 el Jefe del Dto.de Bomberos de la Policía Federal que se apersonó
al Museo me ofreció colaborar con las autoridades del MACN en la confección e
implementación de dicho plan.
En tanto la Fundación Leloir,
nuestra vecina en el Parque Centenario, cuenta con un Plan de Evacuación y ya
se han realizado “zafarranchos” de evacuación del personal de los dos
edificios.
Algunos avances
A raíz de aquella denuncia ocurrieron algunos avances. Se cambió el tendido de los cables
de tela de electricidad por cables nuevos, se instalaron tableros modernos con
disyuntores en Ictiología y otras divisiones, se reemplazaron las mangueras y
se probó la presión hidráulica de los nichos hidrantes, se señalizó en forma más
clara la presencia de los matafuegos y los nichos hidrantes originales quedaron
a la vista y funcionales, excepto en la nueva Sala de Aves del primer piso que
a raíz de la nueva exhibición el nicho hidrante
quedo en una posición que no sería funcional llegado el caso que hubiera
que hacer uso del mismo.
Se agregaron escaleras de escape en la Sala de Minerales de la Planta Baja y en la Biblioteca con salida
hacia el jardín, pero se mandó construir una escalera de escape, antirreglamentaria para el escape del
personal de la Div. Entomología
en el primer piso, cuyo uso sería sumamente riesgoso para el personal.
Más recientemente y para poder cumplir con la la
norma IRAM SECTUR 42400 –para Museos Nacionales y capitalinos se instalaron
alarmas sonoras en el subsuelo y planta baja y con la participación del
personal de la empresa de seguridad se hizo un primer zafarrancho de evacuación
de las salas de exhibición abiertas al público.
Aun falta instalar alarmas en el resto del edificio
del museo, que cuenta con otros tres pisos más. (Ver partes I, III y IV).
Olvidaste mencionar el caso del calco del Pez Vela que se les cayó y también recogió alguien que por alli pasaba.
ResponderBorrarEl que tiraron al piso fue el feto de la ballena azul, que lo desmonto de la pared gente sin experiencia y sin los medios adecuados para manipular un calco en yeso que pesaba mas de 100 kilos, durante la creacion del mamaracho de Bar Tematico y al desmontar la antigua sala de Gigantes del Mar.
ResponderBorrar