El
ingeniero Tulio Del Bono afirmó que quiere aumentar el presupuesto desde 2004
Horas después de asumir sus funciones frente a una
audiencia multitudinaria, que desbordó el Salón Leopoldo Marechal del
Ministerio de Educación y aplaudió a rabiar, el despacho del ingeniero y máster
en gestión de organizaciones Tulio Del Bono, flamante secretario de Ciencia,
Tecnología e Innovación, bulle de actividad.
"Aunque tengo sesenta años y soy abuelo, me corre
la adrenalina como a los veinte", confiesa sonriendo. Del Bono, ex rector
de la Universidad
de San Juan, donde dictaba la cátedra de Economía en la Facultad de Ingeniería,
ex diputado provincial e integrante de los equipos técnicos del presidente
Kirchner "de la primera hora", tendrá en sus manos la suerte de un
sistema científico que, como el país, necesita tratamiento intensivo.
El ingeniero Tulio Del Bono, en su despacho
de la Secretaría de Ciencia. Foto: LA NACION / Jorge Bosch
-¿Cuáles van a ser sus primeras medidas?
-Tenemos dos objetivos principales: primero,
fortalecer el sistema y, segundo, mejorar la pertinencia, es decir, la
adecuación de la oferta científica a la demanda real del país. Queremos superar
la histórica desintegración de las instituciones científicas locales. En la Argentina no se obtienen
los rendimientos que uno desearía porque la actividad está muy fragmentada. Hay
duplicación de esfuerzos. Tenemos que articular todas las unidades del sistema,
mejorar la relación con las universidades y de todo esto con el Estado y con la
sociedad.
Por otro lado, en la nueva sociedad del conocimiento
el factor más importante es el recurso humano, que nosotros trataremos de
fortalecer, formar y capacitar.
-¿Se van a ofrecer más becas de
ingreso en el sistema?
-Hay que poner mucho esfuerzo en esto. Necesitamos un
recurso humano de excelencia y mejorar la pirámide etaria. Ya estuve en el
Conicet, donde me atendieron maravillosamente, y uno de los temas que hablamos
es éste. Urgentemente hay que volver a abrir la carrera, para que ingrese
gente, pero también hay que mejorar los salarios, porque si no vamos a estar
formando investigadores para que se vayan. ¿Cómo se mejoran salarios? De dos
formas: por un lado con recursos del Estado, y por otro mejorando los
mecanismos que hacen a la transferencia de servicios -como el derecho de
propiedad intelectual- para que parte del resultado vaya al propio
investigador.
Además, acá estamos trabajando con equipamiento en
muchos casos obsoleto. Tenemos proyectos de buenos edificios, de buenas
instalaciones, que queremos incorporarlos dentro del plan de infraestructura
del doctor De Vido.
-¿A qué se refiere cuando menciona
que el sistema científico deberá repensar su pertinencia?
-Quiero decir que nuestra oferta científica no ha
tenido nunca como contrapartida una buena demanda. O sea, la sociedad no está
organizada para demandar al sistema científico, el que demanda el sistema
científico no es el más necesitado, sino el que está organizado para demandar.
Me parece muy bien que la ciencia responda a la demanda de un empresario.
Ahora, ¿cómo hace el sistema científico para escuchar la demanda de un
necesitado, de un marginal, de un chagásico? Esta demanda hay que organizarla.
-Algunos temen que tras la
insistencia en la pertinencia se esconda la voluntad de privilegiar la
investigación aplicada...
-En absoluto. Es la Unesco la que habla de
calidad y pertinencia. Consiste en adecuar la investigación a las necesidades
concretas. Pero si yo quiero atender las necesidades concretas tengo que hacer
ciencia pura. Desde este punto de vista, la ciencia pura es tan pertinente como
la aplicada o la tecnología. Hay un ejemplo que se cita mucho: cuando Faraday
descubrió las leyes que llevan su nombre, las que regulan el electromagnetismo,
no tenía idea de para qué servían. Después vino un innovador que dijo ¡eureka!,
con esto puedo hacer algo. De nada sirve que nosotros tengamos la mejor ciencia
si no tenemos empresarios innovadores. El sector productivo tiene que entender
que en el corto plazo puede competir con un dólar alto, pero en el mediano y
largo plazo la única forma de competir en serio es con innovación.
-¿Qué posibilidad hay de que se
aumente el porcentaje del PBI dedicado a la ciencia?
-Llegar al uno por ciento del PBI, como sugiere la Unesco , es más que
duplicar la inversión actual. Es un objetivo que puede alcanzarse en tres o
cuatro años. Pero la otra cuestión es que, cuando lleguemos al uno por ciento,
nuestra inversión en relación con el PBI va a ser la tercera parte de lo que
invierte EE.UU. Después no nos quejemos de que Argentina está como está... Pero
recordemos que en los EE.UU., gran parte de la inversión está en manos de
particulares. Nuestra responsabilidad es hacer que el apoyo a la ciencia y la
tecnología sean una política de Estado, asumida por la sociedad como una
cuestión vital.
-La Argentina tiene otorgado
un crédito del BID de tres millones de dólares por el que se están pagando
intereses y que no se ejecuta...
-Una de las primeras cosas que haré es solicitarle al
ministro que en la primera reunión de gabinete plantee este tema, que destrabe
el crédito.
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