lunes, 8 de agosto de 2016

CONICET / MACN : Parte II. Trabajando toda una vida en el sótano del Museo Argentino de Ciencias Naturales. Conviviendo con el formol, el alcohol almacenado, el frío, la humedad y la araña más peligrosa de la Argentina.

Hugo P. Castello. Delegado ATE Parque Centenario (CONICET)

Arsénico
El arsénico se usó como veneno durante décadas en el Museo para la preservación de pieles de mamíferos y en taxidermia para evitar el ataque de las larvas de las polillas y otros insectos Me tocó manipular durante un tiempo pieles de elefantes marinos y lobos de la colección de Mamíferos marinos y el cuero taxidermizado de la “marsopa espinosa”; Phocoena spinnpinnis., sin saber que esos cueros habían sido tratados seguramente décadas atrás con Arsénico. En las décadas del 80 y del 90 nadie me avisó, que se usaba Arsénico en la colección de Mastozoología. Por suerte la técnica de Ornitología que está bien informada y que es curadora de la colección de aves, se coloca barbijo y guantes cuando manipula las aves taxidermizadas.

El frio y la humedad del subsuelo

Cuando en el 2005 denunciamos el “riesgo inminente” de incendio del MACN (El Museo de Ciencias Naturales, en riesgo) (La Nación, 20 de abril del 2005) la única reacción de las autoridades del CONICET fue enviar al ingeniero Metallo (Encargado de Seguridad e Higiene  Laboral del CONICET) quien procedió a confiscar todas las estufas de gas para calefaccionar el subsuelo y reemplazar las llaves de gas por otras más seguras.

 Desde entonces y después de una década y un año, y como castigo ejemplar a los denunciantes, el personal del subsuelo sufre los crudos inviernos sin tener posibilidad de calefaccionar los vastos espacios de oficinas, laboratorios  y colecciones. En vez de dotarlos con sistemas más seguros de calefacción, el CONICET para las vacaciones de invierno del 2005 decidió gastar algunos fondos y “lavarle la cara"  al MACN y lo “puso en valor” pasando a desarmar la Sala de Gigantes del Mar” y montar un monstruoso “bar temático” (de acrílico azul), donde agregó al pie del Tiburón ballena, una cuantas mesitas y sillas, donde por supuesto no había servicio de bar, salvo una máquina expendedora de café. Al desmontar la sala rompieron el calco en yeso de un feto de ballena azul, un ejemplar único en Sudamérica. La acuarela original de la “marsopa espinosa” (Phocoena spinipinnis) pintada por el primer director del Museo, el Dr. H. Burmeister, quedó tirada en el piso y la recogió, por casualidad. un colega que pasaba por ahí.

 El confort de los trabajadores del subsuelo del MACN fue reemplazado por un cuantioso gasto inútil, que se tercerizó hacia afuera del museo, ya que no se dio lugar al personal del Museología para que participara en la planificación y/o ejecución de la obra.

Por otro lado el CONICET nombró por Resolución del Directorio  en Noviembre del 2006 a los delegados de una Comisión de Medio Ambiente de Trabajo (CYMAT), comisión que  funcionó alguna vez en forma esporádica y que si produjo algún documento con recomendaciones nunca fue divulgado entre el personal del Museo.

 

Un bombero contratado que duró poco

 

Para prevenir los riesgos de incendio, el CONICET decidió contratar dentro de la empresa de Seguridad que brindaba servicios en el Museo  en Rivadavia 1917. El bombero con su nuevo uniforme prestó servicios en el MACN durante un tiempo, después, sin  explicación alguna lo enviaron a hacer guardias a INNOVAT y por último estaba en la guardia del Rivadavia 1917.

 

Un “Ingeniero” en Seguridad e Higiene que no lo era.

 

Para tratar de contar con un experto en Seguridad las autoridades del MACN contrataron a un Ingeniero en esa especialidad y no tuvieron mejor idea que contratar a un “Ingeniero” que había sido expulsado de la  Municipalidad de Buenos Aires después del trágico accidente de Cromañón. Recientemente nos enteramos que dicho supuesto “Ingeniero” no tenía título habilitante y que  en los Tribunales de Comodoro Py se estaba llevando a cabo una investigación al respecto.

 

Plan de Evacuación del MACN en caso de incendio

 

Ha pasado una década y un año de aquella denuncia mediática y el MACN aun no cuenta con un plan de Evacuación en caso de incendio. En el 2005 el Jefe del Dto.de Bomberos de la Policía Federal que se apersonó al Museo me ofreció colaborar con las autoridades del MACN en la confección e implementación de dicho plan.

En tanto la Fundación Leloir, nuestra vecina en el Parque Centenario, cuenta con un Plan de Evacuación y ya se han realizado “zafarranchos” de evacuación del personal de los dos edificios.

 

Algunos avances

 

A raíz de aquella denuncia ocurrieron algunos  avances. Se cambió el tendido de los cables de tela de electricidad por cables nuevos, se instalaron tableros modernos con disyuntores en Ictiología y otras divisiones, se reemplazaron las mangueras y se probó la presión hidráulica de los nichos hidrantes, se señalizó en forma más clara la presencia de los matafuegos y los nichos hidrantes originales quedaron a la vista y funcionales, excepto en la nueva Sala de Aves del primer piso que a raíz de la nueva exhibición el nicho hidrante  quedo en una posición que no sería funcional llegado el caso que hubiera que hacer uso del mismo.

Se agregaron escaleras de escape en la Sala de Minerales de la Planta Baja y en la Biblioteca con salida hacia el jardín, pero se mandó construir una escalera de escape,  antirreglamentaria para el escape del personal de la Div. Entomología en el primer piso, cuyo uso sería sumamente riesgoso para el personal.

Más recientemente y para poder cumplir con la la norma IRAM SECTUR 42400 –para Museos Nacionales y capitalinos se instalaron alarmas sonoras en el subsuelo y planta baja y con la participación del personal de la empresa de seguridad se hizo un primer zafarrancho de evacuación de las salas de exhibición abiertas al público. 

Aun falta instalar alarmas en el resto del edificio del museo, que cuenta con otros tres pisos más. (Ver partes I, III y IV).

2 comentarios:

  1. Olvidaste mencionar el caso del calco del Pez Vela que se les cayó y también recogió alguien que por alli pasaba.

    ResponderBorrar
  2. El que tiraron al piso fue el feto de la ballena azul, que lo desmonto de la pared gente sin experiencia y sin los medios adecuados para manipular un calco en yeso que pesaba mas de 100 kilos, durante la creacion del mamaracho de Bar Tematico y al desmontar la antigua sala de Gigantes del Mar.

    ResponderBorrar